Yo y mi boca

allí… en los oscuros callejones citadinos allí donde redes imperceptibles construyen ciudades y fortalezas y tras cada segundo que pasa nace un mundo nuevo allí donde crece con el viento el aliento espiritual y estético de la vida un golpe de agua de un río asesino da muerte a viejos dogmas y ruinosos preceptos nos lanza contra las rocas nos arrastra hasta el océano de sus irremediables verdades y sus metáforas inacabables con su ternura voraz riega linfático la felicidad y la felicidad es fertilidad y es esperanzas creadoras…     quién entiende cómo tanto amor emana de esta furia homicida de esta fuerza caudalosa e incontrolable a su paso van brotando seres violetas que dan gracias a este dios de la dualidad y el dimorfismo a sus códigos antitéticos a sus actos de divinidad irreverente entre la belleza y la fecunda caricia entre la violencia y el desamparo… quién entiende el brutal lenguaje de su sincretismo alucinante su colosal capacidad destructiva y sus largos brazos construc

Jackson Pollock. Number 8. Tomada de Ibiblio.org. Recientemente fue armada una controversia contra el Profesor Fernando Paes del Departamento de Bellas Artes de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico, Rio Piedras Campus , por el Decano de esa facultad, el escritor y dramaturgo nacionalista, José Luis Ramos Escobar  (1) , ante los rastros (manchas de colores) de la actividad de los estudiantes del profesor, en una sesión sobre la obra de Jackson Pollock , en el piso de uno de los pasillos del edificio del referido departamento. La situación produjo una querella administrativa —con vocación de detergente— la cual me parece es un reflejo no solo de la ignorancia del señor Decano, sino de aquella que prevalece entre algunos sectores de la llamada intelectualidad en Puerto Rico. No dudaría que la miopía del señor Decano obedezca a que éste se encuentre más preocupado por sobrevivir los cambios de administración en la Universidad bajo el gobierno de cada partido político

...cada cual escoge su madriguera, esa cueva —de ordinario bajo tierra— donde se oculta luego de haber salido al exterior, ejecutar su acto circense o pronunciar dos o tres palabras, un discurso extenso o breve, de cuño propio o a través de los discursos de terceros; cada cual escoge su momento para aparecer fugazmente, evadiendo los disparos de los diversos bandos enemigos, una suerte de fuego cruzado que atrapa en el medio de una danza mortífera, la cual no hay manera de evadir, sino aparecer, exponer con alguna lógica algunas ideas, y regresar de inmediato a la segura y tibia madriguera; esta vocación de fantasma, de intelectual espectral, tiene sus explicaciones en vista del contexto que aquí describo, pero plantea riesgos terribles que cada cual debe aquilatar; que cada cual tiene derecho a aparecer y desaparecer cuando le venga en gana es indiscutible; el derecho que cada cual tiene a cuidar que sus posiciones se mantengan dentro del political correctness de la sociedad en que