¡Bienvenidos!
Se me ha antojado comparar el ejercicio que llevé a cabo estos días a través de Facebook , con el de quien mira una noche de estrellas, desea alcanzar cada una de ellas, y en el delirio de esa fantasía, sembrar un árbol, estrechar una mano, o instalar una bandera multicolor. El Internet, y Facebook en particular, arman una red en el ciberespacio, infinita como las partículas del Universo, e imposibles de medir con exactitud como las partículas quánticas. En los últimos tres días quise comunicarme con las amistades de mis "contactos", sobre todo con aquellas personas con quienes comparto varias amistades. Lo he hecho con todo respeto. Mi propósito era y es sencillo: abrirme a la posibilidad de conocer, aunque sea limitadamente, a nuevas personas y sus inquietudes, sus anhelos y sus visiones en general. De paso, he querido estar en condiciones de exponer mis comentarios y análisis en el Quantum de la Cuneta ...