Contra todos los Fanatismos

He escogido esta fotografía para encabezar este artículo pues habla por sí sola: representa la definición por excelencia del fanatismo autoritario; en este caso, el del nazismo, responsable de la muerte de millares, entre ellos aproximadamente seis millones de judíos europeos en el Holocausto. El incidente que me provoca, o más bien me obliga, a realizar este statement se produjo en la mañana de hoy en Facebook cuando divulgué, gracias a una información colocada por Ella Meléndez, la lamentable muerte de Mercedes Sosa, una voz y una mujer de toda América, de todo el hemisferio. Como producto de ello me ví obligado a tomar lo que para mí es una decisión radical, o si se quiere, extrema.

Antes de expresar ninguna otra cosa, empecemos por decir que dejé de respaldar las posiciones políticas de Mercedes Sosa hace ya algún tiempo. Me parece que mis escritos en el Quantum de la Cuneta y en Facebook lo hacen evidente. Las razones de mis diferencias no tienen ninguna importancia en este momento, mucho menos son pertinentes al objetivo de estos comentarios. Por otro lado, y más importante aún, rechazo todo tipo de extremismos, aún en el caso de que uno pueda entender sus causas, sean ellos de las llamadas "derechas" o de las llamadas "izquierdas".

No he accedido al "mundo del blogueo", como le llama uno de mis amigos, para jugar, leer galletitas o ver qué me dicen las cartas, pero respeto a quien lleve a cabo estas actividades. Mucho menos me he acercado a este vecindario para dejar de decir lo que pienso o para impedir que otros lo hagan. Ese no es, ni será mi estilo en estos foros, mucho menos la política editorial del Quantum de la Cuneta.

Esta mañana, y como anticipé anteriormente, me topé con una reacción a la nota que publiqué sobre la muerte de Mercedes Sosa desde el Quantum, en la que su autor, cuyo nombre no he de divulgar, hizo las siguientes expresiones, con las que pretendía contestar o reaccionar a las expresiones de una de mis amigas en Facebook: "Una comunista menos... Talento tenía a raudales, pero era una trasnochada comunista; asi que dudo que se cuente entre los ángeles!".

El comentario del sujeto en cuestión no sólo me resultó repulsivo, sino que a su inmadurez intelectual debíamos sumar una insensibilidad "a raudales", que a su vez manifestaba un viejo derechismo, digno de la época de la Guerra Fría, "trasnochado" y fuera de lugar. El propósito provocador de sus palabras, así como su manifiesta insensibilidad, me llevó de un tiro no sólo a eliminar sus expresiones en mi página de Facebook, sino a retirarle de mi lista de contactos.

Quizá el estado depresivo en el que me levanté esta mañana del domingo contribuyó a que tomara esta medida radical, adjetivo que admito, para evitar cualquier discusión al respecto, le es aplicable a mi reacción. Sin embargo, la acción del sujeto fue una bofetada en la cara, en el momento más íntimo, en el de la muerte de una mujer querida y respetada profundamente, por encima de mezquinas banderas ideológicas, por miles de personas, entre las que me incluyo.

Hago constar, antes de que se me acuse de estalinista o fascista, que para los efectos viene a ser lo mismo, que si el sujeto en cuestión se hubiese parado en medio del Zócalo, de la Plaza de la Revolución, en la de las Madres de Mayo, en la de Armas, o frente a La Carreta en Miami, o donde sea, a gritar su opinión, hubiera sido el primero en defender su derecho a así hacerlo. Pero estos foros no son nada de eso. Sus autores tenemos la obligación y el derecho a velar por la calidad de su contenido de conformidad con la línea editorial que hemos decidido asumir.

El incidente relatado me lleva a pensar que los extremismos de hoy, son los últimos aletazos (los resabios, como dice otro buen amigo), de una época que fue, aunque haya quienes, desde los dos extremos tradicionales, viéndola fallecida, levanten sus despojos pensando que de esa manera logran que viva y haga de las suyas como antaño.

Tal vez es esa la razón por la que, ante el Concierto de la Paz en La Habana, hubo extremistas del exilio cubano, y algunos sectores de la disidencia en la propia Cuba, a quienes poco les quedó para pedir la cabeza de Juanes. Quizá por ello, de otra parte, haya quienes ven en el Concierto, y ello con gran simplismo, un gran triunfo revolucionario.

Contrasta todo ello con la posición de profunda seriedad y madurez política de los blogueros cubanos de la plataforma Voces Cubanas: una posición en busca de puentes de unidad, que permitan al pueblo cubano derrotar al régimen en un terreno que le es desconocido, el de la concertación social y pacífica de las masas. Aunque admito que esto es tema para otro artículo que le tengo prometido a una buena amiga, no podía dejar de decirlo.

Y no podía dejar de decirlo porque si bien anteriormente he expresado planteamientos críticos a la llamada "izquierda", particularmente a la de Puerto Rico, esto no quiere decir que ando cazando comunistas, mucho menos celebrando cuando muere uno de ellos.

Después de todo, tal vez debo darle las gracias a Sujetoeliminadodelistadecontactosdefacebook. Este incidente me ha permitido, para quienes aún no entienden mis posiciones, colocar éstas en perspectiva, y ofrecer un marco de referencia, con el cual podrán estar de acuerdo o no, lo cual recibo con el mismo respeto y aprecio, tanto en un caso como en el otro.

Lo que no habrá de pasar por el Quantum, ni por Facebook, es el cinismo insensible, la afrenta contra valores esenciales de la humanidad, vestida de pronunciamientos ideológicos o políticos. De eso ya hemos tenido bastante en este hemisferio. De eso nos estamos muriendo en esta colonia, 100 x 35, en el medio del Caribe, que llamamos Puerto Rico. Y por eso, por aquí no pasarán.