La alegría es una esperanza armada de verdades
Cuando escuché la sentencia por primera vez pensé que era lo suficientemente cursi como para echarla a un lado. Y así fue, particularmente estos últimos años durante los cuales una rabia contenida se fue abriendo camino entre mis poros, como fluidos purulentos, para liberar mi cuerpo y mi alma, de mis frustraciones más amargas. No hay respuestas escritas en manuales frente a las crisis sociales ni las individuales. Por su parte, las santurronas columnas de inocuos y santurrones columnistas dedicados a defender el status quo —elegantes, delicados, subterráneos— no aportan nada realmente concreto frente a la presente realidad de esta isla que naufraga. Mucho menos veremos expresión alguna sobre la compleja realidad internacional presente. Nada, por ejemplo, sobre la realidad en África dónde los ejércitos tribales islamistas han adoptado el genocidio como táctica de la guerra por el control de los bastos recursos minerales de los países de este continente. Al mirar a mi alrededor, y ...